jueves, 19 de noviembre de 2009

Sabana (Cuento)


Por: Jesús Pérez Soto*

Nací en el llano, por eso mi nombre es Sabana. Mamá hubiese querido ponerme ventarrón, es que siempre ando de prisa y chocando con cualquier estorbo. Papá quería llamarme Sabana Larga, pero como no crecí mucho se conformó con Sabana.
__Ahí viene Sabana, gritaban los compañeros de la escuela y yo sentía rabia cuando llegaban galopando las burlas de mis amigos a mi pecho y para colmo, mi maestra era de mal pronunciación y en lugar de decir Sabana, decía Sábana:
__Sábana Pérez.
__Presente, decía yo, con un hilo de voz que no alcanzaba para tejer una sonrisa y entonces me acordaba de papá con su amor al llano y le recordaba a la maestra que no era Sábana sino Sabana, que cuándo corregiría el listado de asistencia, que abriera bien la boca porque sabana se dice con la boca abierta y como si nunca se fuera a cerrar, pero ella, bruta por naturaleza volvía y se equivocaba y no quise insistir porque pensé, “va y se enoja y con su tamañon me zarandea”, porque no es lo mismo la fuerza bruta que la fuerza de una bruta, y ahí me quedé quieto hasta que llegué al Bachillerato.
Y llegué al bachillerato y me preguntaron por qué me llamaba Sabana, y yo:
__Es que ya hay muchos Pedros, muchos Juanes, muchos Ramones y muchos maricones preguntando siempre la misma vaina.
Y rapidito se sacudieron y empecé a andar solo y cuando cumplí los dieciséis me enamoré.
__Mucho gusto, me dijo ella, mi nombre es Jennifer Estefanía Valbuena Echeverría.
Y yo:
__Mucho gusto, soy Sabana… Sabana Pérez.
Y todo se lo dije mirándola a los ojos y noté que sonrío, claro, antes había notado que su primer apellido coincidía con su cuerpo, porque de que estaba buena estaba buena, y de una vez le eché barro a la soledad y le dije,

Señorita Echeverría
dígame si tiene novio
que yo quiero echar mi cría
en su boca sin oprobio

y al instante andábamos acaramelados y coplas por aquí y coplas por allá y me olvidé de la bruta de mi maestra para cederle todo el espacio en mi corazón a mi Valbuena, y no había en todo el llano Sabana más feliz que yo.
Pero un día mí verdecita no llegó, ni al siguiente, el año escolar lo terminamos sin ella y yo era copla y copla:

Una sabana sin verde
es una sabana triste
Yo no entiendo verdecita
porque de mi tú te fuiste

y terminó mi felicidad y fui al campo con los mismos dieciséis, donde los mismos padres, pero no con el mismo corazón, porque le faltaba la música de Valbuena y me dije para mis adentro: una Sabana sin música no es una Sabana completa y una madrugada acompañado por el deseo, dejando atrás el cantar de los gallos, me perdí a la ciudad donde me dijeron que mi verdecita estaba.
__Buenas noches, joven, me dijo una señora elegante que se sentó a mi lado.
Yo estaba en el bar del hotel tomándome una cervecita, pa aclará la búsqueda.
__Buenas Noches señora, ¿qué se le ofrece?, le dije moviendo la punta de mi sombrero con mi mano izquierda.
__ ¿Es usted llanero de verdad?
__De verdaita porque los de mentira no los conozco. Mi nombre es Sabana, soy más criollito que la garza y el zamuro juntos.
__Yo siempre había querido conocer a un llanero, pero no pele esos ojos de perro cazador, soy lesbiana.
__ ¿Y eso qué es?, le pregunté con malicia.
__Pues que me gustan las mujeres.
Y diciendo eso, huí de aquella mujer como alma que lleva el diablo, porque en mi llano estas cosas no se ven, pero ni en escasez de padrotes, si por ejemplo faltase uno, el mismo dueño se toma la libertad de engendrar a sus crías.
Me volví a instalar y pedí otra cerveza y diez minutos después, un hombre se sentó a mi derecha y sin vacilaciones preguntó:
__Es usted propio del llano
__Sí, respondí, porque ajeno no soy
__Digo que sí usted es llanero cabal
__No señor, mi nombre es Sabana Pérez
__Me refiero a que si usted es llanero, osea, que si viene del llano
__Ah, sí, de ahí mismito vengo, ¿qué se le ofrece?
__Pues ya que lo pregunta, siempre había querido conocer a un llanero, dicen que están bien dotados, que calzan de cuarenta en adelante.
__ Aja. Sí ¿y?
__Pues que como soy gay, a mi me gustan los hombres de pie grande
__ ¿Y qué cosa es eso de gay? Ahí si es verdad que me jodio
__Pues que me gustan los hombres, chico
__No señor, sape gato, a otro perro con ese hueso, mire, yo soy lesbiano, a mi me gustan las mujeres.
Y me regresé al pueblo, sin verdecita, porque ya eran muchas vainas en una misma noche. Me dediqué mejor al trabajo del llano que pa eso fue que me pusieron ese nombre. Sabana.



*.-Poeta y escritor guanareño, docente de profesión.