sábado, 27 de marzo de 2010

Cuentos cortos de JESÚS PÉREZ SOTO


(Los siguientes textos pertenecen al libro "Historias con sapos y otras extrañezas", inédito)

Un final triste

Cuando la princesa besó al sapo, todos esperaban que lo convirtiera en
príncipe, pero fue ella la que poco a poco, cambió el color ambarino de su piel por un verde platanero, hasta quedar convertida en una común y asustadiza rana. Claro que el sapo también se asombró, había esperando el momento preciso del besó, con tanta ansiedad y con tan buen talante, que no hizo más que retroceder como si aquello hubiese sido una pesadilla.
La rana al verse rechazada, se sumergió en el bosque dejando a su paso, su corazón hecho lágrimas. Del sapo ni se diga. Así termina esta historia con aires de cuento de Hada, porque ya está bueno de finales felices, cuando todos sabemos que en estos tiempos, las cosas han cambiado.


Un final feliz

El sapo y la rana volvieron a encontrarse en el bosque. Ella había dejado de llorar, él también. Él había aceptado finalmente su condición de sapo, ella de rana. Ella le preguntó cómo le iba, él hizo lo mismo. Él la invitó a pasear por el bosque y ella por supuesto aceptó. Así se inicia una nueva face en sus vidas. Hablaron de temas reales: la economía de las frutas, la inflación de la contaminación, la crisis de los suelos, de todo menos de cuentos de Hada. Finalmente comprendieron que los hechizos de brujas no eran para ellos. Ahora viven en el pantano y para asegurar el amor, pusieron un aviso en la entrada: “PROHIBIDO EL PASO A PRÍNCIPES Y PRINCESAS”.